martes, 6 de julio de 2010

Gran Premi de Catalunya

Este domingo había carreras en casa. De hecho siempre hay carreras en casa, porque las veo por televisión, desde el sofá y a ratos las sigo en la web, entrando en el chat, que a veces parece una auténtica jauría de extremismos. Pero al referirme a que corrían en casa quiero escribir que corrían en uno de los tres circuitos que tienen la suerte de acoger una prueba del Mundial en España. ¡Se disputaba el Gran Premi de Catalunya!
El sur de Europa o el norte de África, como antiguamente se llamaba a esta parte del mundo, acoge en realidad cuatro pruebas de este deporte, a saber: Jerez, Montmeló, Estoril y Xest. Y es que aquí hay una gran afición al motor. Lo demuestran las casi 150000 personas se pasaron por el Circuit en los tres días en que el circo se detiene en tierras catalanas.

Fue un domingo en el que dos de los nuestros rompieron récords y alteraron las estadísticas. Son solamente datos, pueden parecer nimios, pero tienen su importancia para comparar a los pilotos y a sus monturas.
Solo por poner un ejemplo, el caso de Marc Màrquez. El de Cervera se ha convertido en el piloto más joven en encadenar cuatro victorias consecutivas, récord en poder hasta ahora del campeonísimo Rossi. Me daba mucha rabia cuando el ahora pupilo de Alzamora, que casi ni llegaba a la moto, estaba luchando con pilotos con mucha mejor montura que él, y lo daba todo. Arriesgaba tanto que muchas veces se iba al suelo y lo veías hablando con esa cara de niño que todavía tiene, diciendo que a la próxima iría mejor. Y en la siguiente más de lo mismo. Pero este año lo está bordando.
Resumiendo rápidamente la carrera desde mi punto de vista, creo que Bradley Smith la condicionó desde la primera curva. Es inútil ponerse ahora a imaginar posibilidades pero estoy seguro que si Bradley no hubiera estorbado a Nico y a Pol hubiera sido una carrera mucho más entretenida, al ir todos en grupo.
Al final victoria del del equipo Repsol, seguido del escocés en discordia y con Pol en tercer lugar, un Pol del que yo esperaba un pelín más pero que viendo como le adelantaban los del Bancaja Team en las rectas, puede darse por satisfecho.
En la parte final de la carrera Nico se fue al suelo cuando luchaba por la segunda plaza. Parecía una caída sin importancia, típica de salir por orejas, de la que los comentaristas no mencionaron casi nada en absoluto. Fue mas grave de lo que se imaginaba y tuvo que ser trasladado al hospital con graves heridas. A día de hoy el piloto está mejor aunque magullado, ya ha salido del hospital y se dirige a su casa para reposar.

Pasemos a moto2, la categoría monomarcademotor y la de los entrenos contodosparadosenlapistaalaesperadeunarueda.
Pues sí, así de largos se veían los trenes que se hacían en el asfalto de Montmeló. Yo veo dos factores fundamentales que condicionan este hecho: hay cuarenta pilotos en pista y los motores son los mismos para todos, únicamente varían el chasis. La diferencia de calidad entre unos pilotos y otros la tienen que suplir los peores buscando una buena rueda y para eso, estos mal llamados pilotos profesionales, se dedican a pararse donde les sale de los pistones para ver a quien se pueden enganchar que los suba un pelín en la clasificación, lo que, aparte del peligro que conlleva, se vean ciertas muestras de violencia del todo criticables, tanto en la vida como en el deporte, aunque había momentos en los que se podía entender que a los pilotos se les escapara algún gesto que otro.

La carrera tuvo varios protagonistas. El primero, desgraciadamente, fue Alex Debón. El de la Vall d'Uxó, que llegaba a Montmeló con la clavícula recién operada, rota hacía ocho días en Assen, hizo un strike al no poder controlar su moto en la primera curva del Circuit. El ostión fue tremendo y ponía los pelos de punta verlo dar vueltas de campana con los brazos en jarra. Feo. En mi opinión no debería haber forzado tanto la máquina, que en el caso que nos ocupa es su propio cuerpo, y tendría que haber sido más consciente de su estado físico; Alex se vió incapaz de frenar su moto y embistió irremisiblemente contra cinco pilotos.
Dirección de carrera sacó bandera amarilla pero Iannone no la vio e hizo un adelantamiento irregular a Takahashi. En el equipo del italiano se las vieron y se las desearon para hacerle entender que debía pasar de la primera a la segunda posición. Fueron cinco vueltas en las que el equipo por poco baja a la pista para llamar la atención del italiano que encabezaba la carrera con un ritmo demoníaco. Finalmente Iannone tuvo que pasar por boxes y cumplir la penalización que se le impuso.
Con el campo libre, el japonés se encontró liderando la prueba con una relativa comodidad hasta la bajada de la bandera de cuadros, seguido de Luthi y de un Julián Simón que supo aguantarle el tipo al suizo pero no pudo derrotarle. Unos buenos puntitos para él. Quinto terminó Elías que sigue liderando el Mundial.
Y cuando un servidor se levantó para ir al baño, confiado en que le quedaban unos tres minutos de margen antes de que se diera paso a las típicas entrevistas de final de carrera unos gritos de los comentaristas me pusieron en estado de alerta. Resultó que Carmelo Morales, en su intento por adelantar a Dennis Noyes, cometió un error y él y moto protagonizaron un accidente mucho más serio y espectacular que el del principio con Debón. La moto de Morales se elevó y al caer golpeó con fuerza en su espalda. Las imágenes solamente se emitieron un par de veces y en el chat de RTVE alguien tuvo la mala leche de escribir que había muerto. Por suerte se pudo ver como movía los brazos al salir de la ambulancia, cosa que dejó a casi todos mucho más tranquilos. Lo que no se vio, y no he visto hasta hoy, fue la imprudente actuación de un mosso d'esquadra levantando casi él solo el cuerpo del piloto e intentando pasarlo al otro lado del muro de protección. Una imagen vale más que mil palabras y por ese motivo he colgado semejante atrocidad en este espacio.

La irresponsabilidad demostrada por este policía debería mostrarse a los aspirantes a representantes de la ley y el orden como ejemplo de lo que NO debe hacerse en un caso así. Por suerte parece que los pilotos estan hechos de un material distinto al de los otros seres humanos y en pocas horas Carmelo estaba sentado tranquilamente en una terraza del Circuit. Quiero expresar desde aquí mi total desacuerdo con la organización y el reglamento existente, que impidió que Carmelo puntuara pues no cruzó la línea de meta encima de su máquina. Lo encuentro una injusticia tras lo ocurrido.

En motogp tenía la ilusión de que Dani lucharía con Jorge, para terminar escapándose y dejando que el mallorquín se las viera y se las deseara con Casey Stoner. Pero tuvo problemas. Por enésima vez la moto le falló en el momento más inoportuno y cuando se había colocado en primera posición, adelantando a todos en la salida, tal y como nos tiene acostumbrados el de Castellar del Vallés, se pasó de frenada y tuvo que reincorporarse noveno a la carrera. Remontó espectacularmente hasta la segunda plaza, pero Jorge ya se había hecho amo y señor de Montmeló y corría raudo hacia su cuarta victoria consecutiva, al igual que Màrquez hiciera en 125.
Lástima de la caída de Aleix Espargaró que corría en casa.

Parece que, como los pilotos no tienen esqueleto sino un chasis, no tienen sangre sino gasolina y no tienen mas fibra que la del carbono, sus recuperaciones pueden ser sorprendentes. Es el caso de Valentino Rossi que tras romperse tibia y peroné y tener un diagnóstico de unos cinco meses de baja se especula que podríamos verle aparecer en breve, dentro de poco menos de dos semanas en Sachsenring, Alemania, próxima cita del Mundial. Hasta esa fecha, tendremos que esperar.

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