Hace un tiempo que voy
diciendo lo que creo que va a hacer este año Marc Márquez pero
parece llegado el momento de ponerlo por escrito, por una cuestión
de :-Yo ya lo dije. Por lo tanto, y sin más dilación, Marc Márquez
se va a proclamar este año Campeón del Mundo de Motogp.
Y también para dejar
constancia hago saber que, en mi opinión, lo ha ganado por méritos
propios.
Oigo decir, con demasiada
frecuencia, que si Marc se lleva el Campeonato lo hará porque sus
rivales se lesionaron de gravedad, cosa que le ha allanado el camino
y le ha dejado la pista vacía de obstáculos. Si bien es cierto que
tanto Lorenzo como Pedrosa tuvieron sendos problemas claviculares, no
es menos cierto el conocido y de sobras demostrado talento de Marc.
Pienso fehacientemente que
Marc Márquez se ha adaptado al nivel de sus rivales (campeón y
subcampeón del mundo) respondiendo en proporción al nivel que ellos
marcaban. Si hubieran estado al 100% les habría batido igual. Porque
se están midiendo con un genio.
Si hasta el año pasado mi
corazón estaba con Dani, aún viéndole hacer el llorón y poniendo
las mil y una excusas (pero sin poner ese punto de arrojo que yo en
mi fuero interno le pedía, le exigía), desde Qatar alma y razón
están de parte de Marc.
Precoz como pocos, Marc
junta la calidad técnica de Dani, la ambición de Jorge y la osadía
de Valentino. Es como Stoner, pero cayéndome bien.
Dándonos espectáculo
motociclístico del bueno, ya desde 2010, con una temporada increíble
y aquella antológica carrera en Estoril, cuando los que lo vimos
caer agarrado a su 125 no creíamos que fuera a ganar. Y lo hizo. Ese
año, muchos empezamos a sospechar que ese chavalín de sonrisa casi
perenne nos daría más de una alegría. ¡Y vaya si lo ha hecho!
Y tras comentar mi parecer
sobre Marc expondré mi punto de vista sobre lo que Dorna puede hacer
con sus puntos y sus políticas: metérselas por el culo.
No puedo entender que
permitan entrar en un equipo oficial a un recién llegado a la
categoría reina, que viene de una guerra cuerpo a cuerpo como es
Moto2, y que se escandalicen cuando este piloto se sale de los
estándares a los que nos tenían acostumbrados.
Normalmente Motogp era la
carrera más aburrida de toda la mañana hasta que en este 2012+1 el
revulsivo Márquez ha proporcionado el aliciente que faltaba. ¿Y
ahora se echan las manos a la cabeza? Prefiero ver este tipo de
carreras, luchadas, y no una partida de ajedrez sobre dos ruedas.
¿Acaso creían estos de
Dorna que Marc iba a amilanarse ante las grandes figuras? ¿Que no
les iba a fulminar de la misma forma que eliminaba a sus rivales el
año pasado? ¿Esperaban que Márquez pidiera permiso para rebasar a
sus contrincantes?
Es verdad que el pilotaje
del de Cervera es excesivamente agresivo; en demasiadas ocasiones nos
pone el corazón en un puño pensando que no va a poder dominar su
Honda en esas apuradas de frenada y se la va a meter, haciendo caer
además al piloto que le precede. Pero no lo hace. Lo sucedido en
Aragón es fruto de la mala suerte y de la poca previsión de los
japoneses de no doblar el maldito cable como sí hacen los también
nipones de Yamaha.
Lamenté que Dani Pedrosa
se fuera al suelo, pues la lucha prometía ser interesante, pero que
salga afirmando que él también sabe conducir pasado de vueltas
cuando lo que le corre por las venas no es sangre sino horchata
parece un chiste de mal gusto.
De momento nos quedará la
duda de saber en qué posición habría quedado Marc si le hubieran
hecho salir, injustamente, desde la última posición. Aunque visto
lo visto, y haciendo un pronóstico aventurado, de buen seguro que
habría terminado entre los cinco primeros.