miércoles, 20 de junio de 2012

Repetirse hasta aburrirse

Alguien escribió una vez que este blog debería cambiar de nombre ya que ese alguien creía que el autor no tenía opinión. Supongo que se refería a nadar en la duda, algo que últimamente hacemos la mayoría.

¡Pues claro que dudo! ¡O quien de nosotros se puede atrever a pronosticar un futuro cuando el presente es tan cambiante!

Podría pasar a llamarlo “Las quejas de K.S.” porque me da la sensación de que no dejo de hacer otra cosa, pero también quejarse es dar a conocer una opinión y, por tanto, el nombre se va a quedar tal y como está.


En las últimas semanas pocas han sido las ganas de relatar mi parecer sobre el incremento descontrolado de la prima de riesgo, los continuos embustes de Rajoy, las manipulaciones de Merkel para hacerse con el control de Europa (siguen los intentos germanos de dominar el viejo continente), el resabido engaño de los medios de comunicación censurados por sus patrocinadores y anunciantes. Es un poco deprimente estar repitiéndose como el ajo. Pero no hay otra. Todo sigue igual. O peor, que es más grave.


Pocas ilusiones quedan. Ni parodias de la situación actual, ni programas casposos de humor, ni batiburrillos de vídeos con frases recurrentes para dar un toque chistoso al panorama existente. La sintonización de un nuevo canal en la TDT repleto de documentales interesantísimos sobre conducción de camiones por carreteras de vértigo, sobre agentes rurales norteamericanos o sobre el corte de leña, hace días que acapara el poco tiempo que se enciende el televisor en casa.


Para mayor desespero, una de las pocas aficiones de las que disfruta un servidor desde el sofá se está viendo masacrada por parte de los gestores de Telecinco y su filial de Internet llamada mitele.

Refiérome a la retransmisión del campeonato del mundo de velocidad, también llamado motogp. Una retransmisión que terminó con mi paciencia el último fin de semana debido al desastroso arsenal de incompetentes habido en la cadena.

Resulta que tras cinco fines de semana la negligencia no era suficiente y se ha tenido que añadir un granito más a la montaña de insensateces sin sentido que los aficionados al motociclismo venimos sufriendo desde que la televisión pública tuviera que dejar de emitir algo que ya tenía por la mano, que se le daba bien, que quizá no era lo mejor y suscitaba quejas, pero suele pasar que no te das cuenta de lo mucho que quieres algo hasta que lo pierdes.

Mi problema consiste en no poder sintonizar Telecinco por la televisión y tener que hacer el visionado de esta cadena vía Internet, hecho que no debería influir ni cambiar un ápice en la forma de recibir la señal. Lamentablemente no es así.

A los cortes publicitarios de más de cinco minutos en los que se había logrado una ventanita para poder seguir las carreras, se sumó esta vez una novedad. Una pantalla en negro que impedía ver otra cosa que no fuera que se estaba emitiendo publicidad en el modo televisivo y que se reprendería la emisión on-line cuando hubieran acabado los anuncios. Cinco minutos de agonía que se prolongaron a lo largo de todos los entrenos del viernes, del sábado y en la carrera del domingo.



Pero no contentos con esta cagada decidieron rizar el rizo anunciando en su página web que harían la retransmisión del warm-up de todas las categorías, moto2 en Energy y el resto en Telecinco y que TODAS podrían verse a través del ordenador.



Pues bien, fue una gran, cruel y absurda mentira.

En Energy daban voley-playa femenino, muy interesante para quien quiera ver a mujeres en biquini jugando a balonmano en un campo de arena, pero desquiciante para quien se ha preparado un domingo de motos.

La emisión por Internet, porque uno es cauto y ya se lo veía venir, solamente reflejaba un mensaje de emisión no disponible.

E iban pasando los minutos, y uno ya empezaba a desesperar y acordarse de la vía materna de los responsables de tamaño disparate.




Cuando por fin empezaron la retransmisión de la primera carrera del domingo el estado de humor de un servidor era francamente pésimo y no ayudó a su mejora el corte con la pantallita en negro que durante cinco interminables minutos me informaba que por la tele ponían anuncios.

Finalmente opté por apagar y marcharme a dar una vuelta. Ya vería las carreras en diferido puesto que en la cadena amiga han decidido joder a todo aquél aficionado al motociclismo que por la circunstancia que sea debe ver su pasión a través de la red. Otra hijoputada más.


De las carreras hay que destacar el buen papel de los pilotos españoles, copando las primeras posiciones en las tres categorías, algo a lo que sí que nos tienen bien acostumbrados.


Respeto a la grandísima polémica que suscitó, suscita y suscitará (ya se encargaron, encargan y encargarán los medios de meter cizaña) el encontronazo de Marc y Pol en el Circuit de Catalunya, en mi opinión Espargaró debería haber cortado un poco en previsión de la trazada de Màrquez. No quiero escribir que la culpa sea de uno o de otro. No me considero quién para hacerlo. Simplemente creo que yo hubiera rectificado frenando un poco...si hubiera podido y fuera Pol Espargaró, que no lo soy.


Y para hablar de la actualidad...¿¡qué decir!? ¿Que no entiendo como el mundo puede estar gobernado por tanto cabrón, facineroso, ruin, malvado y que los habitantes de este planeta estén tan desamparados cuando hay un montón de instituciones la mar de importantes que se supone que deberían impedir que las gestiones de unos pocos involucren y reviertan sobre el bienestar del resto?

Esto me he cansado de escribirlo. Atrapado por un sistema que se va a perpetuar me guste o no, no me queda otra que olvidar tanta injusticia y seguir dando gracias de poder ver salir el Sol sin, por el momento, tener que pagar por ello. Aunque puede que pronto se les ocurra privatizar eso.