miércoles, 30 de junio de 2010

Cada día cosas nuevas

Los últimos acontecimientos se han sucedido con demasiada frecuencia ¡así no hay forma de escribir, tu! Tras días de apatía generalizada ahora resulta que no doy abasto y que cada jornada un servidor se despierta con ganas de vaciarse y trasladar sus pensamientos a la pantalla, sobre todo si le animan a hacerlo.

Vamos a ver, voy a empezar por el continente americano, de donde salieron dos noticias que despiertan mi instinto escritor: en Toronto se celebró la última de las inútiles reuniones del G-20 y U.S.A. abre la vía para que todo ciudadano yanki pueda ir armado. Como veis son dos noticias que invitan al optimismo, al descorche de botellas y a la exaltación de la amistad.

Lo he escrito tantas veces que hasta yo me estoy hartando, pero si ellos no cambian su actitud, ¿lo voy a hacer yo? La respuesta es un rotundo NO.
Pues eso, que la gran farsa que suponen las cumbres del G-20 ha derivado en un fracaso más que absoluto al terminar anunciando que cada país se las arregle como pueda. Bueno, esto de fracaso se podría matizar porque aún podemos considerarnos afortunados de que no hayan impuesto un decretazo de restricciones, recorte de derechos laborales y otras acciones por el estilo. Directamente no lo han hecho, pero en mi opinión han dejado la puerta abierta para que cada uno lo haga si lo encuentra oportuno, que no sé yo si no será peor.
Me estoy acordando ahora de las quejas de Fabio Capello sobre el uso de la tecnología en los tiempos que corren a raíz de su eliminación en el Mundial de fútbol. En la emisora catalana Rac1 hasta hicieron de ello una encuesta matinal preguntando a sus oyentes y escuchantes si creían que deberían aprovecharse los últimos adelantos para revisar acciones polémicas en los partidos. Claro que sí. Qué pregunta más acertada y más coherente, poder visionar varias veces una jugada discutible. Eso sí que sería darle un uso útil a la tecnología. En cambio, hacer reuniones por vídeoconferencia para evitar los desplazamientos de toda esa pandilla no tiene la mas mínima importancia y no merece encuesta alguna.

Tampoco tiene ninguna importancia que los E.E.U.U. permitan que sus ciudadanos porten armas. Según ellos, no se puede vulnerar el derecho a ir armado, de lo contrario no se garantizaría la seguridad de su estado libre. Esto entra directamente en contradicción con la idea que yo tengo de la necesidad imperiosa de la abolición del armamento y de la reconversión de la industria armamentística en algo que sea de provecho para la humanidad, como la sanidad, la alimentación o algo tan indispensable como la sostenibilidad de los seis mil millones de seres que ocupamos este bonito planeta y que a la vez nos encargamos de destruir. Por mí se pueden meter sus enmiendas y sus armas por un orificio que yo me sé.

Por unos orificios, así es como ven el mundo las mujeres que visten el burka y el niqab. Esta es la realidad. No soy musulmán, con lo cual lo que voy a escribir sobre el tema se escribe desde una ignorancia relativa; no quiero entrar en cuestiones de opresión a la mujer. A mí me parece bien que si alguien quiere, por voluntad propia y por que cree que su religión se lo aconseja o hasta le obliga, haga lo que le parezca siempre que se aplique la máxima de que la libertad de uno acaba donde empieza la del otro. En un mundo utópico, como ya he escrito en artículos anteriores, cada uno debería poder ir por el mundo como le diera la puñetera gana. Pero no estamos en un mundo utópico sino uno en el que se tienen que cumplir unas ciertas normas, nos gusten o no. El problema lo encuentro cuando se hacen normas para joder a los demás, y joderlos adrede. Me revuelve el estómago cuando escucho que tal ayuntamiento decide prohibir el uso expreso de esas prendas. Parece como si quisieran tensar aún más las ya de por sí complicadas relaciones entre religiones y culturas que existen en nuestra sociedad. Hice mención del tema en el artículo Burka si, burka no, me pongo o me quito el burka porque quiero yo, pero no pude exponer un matiz que luego fue tomando cada vez más forma, ¿porqué no prohibir simplemente acceder a los sitios con la cara cubierta? Creo que así se evitaría tener que dar explicaciones sobre motivos religiosos, defendidos por personas que quieren prohibir que se usen unas determinadas prendas alegando que defienden la dignidad de la mujer. Pero no he visto yo que ninguno de los que han impulsado estas leyes sea musulmán. Me parece que son simples ganas de discriminar.

Hoy he escuchado que se iba a votar la ley del cine en catalán y que dan un plazo de siete años para implantarla. ¡¡Oh, que gran progreso!! O sea, que a nosotros nos dan un par de años para acostumbrarnos al euro, o nos anuncian que en equis meses nos van a subir el maldito IVA y a las grandes distribuidoras de cinematografía se les da un plazo de siete años para que se adapten. Y ya veréis como pasaran los siete años y todavía vendrán con el cuento de que no les ha dado tiempo. Al ídem.

Va a dar de qué hablar y escribir la decisión de Laporta de presentarse a las elecciones catalanas, con un partido propio, Democràcia Catalana, que posiblemente se uniría a Reagrupament.
De repente me ha venido la imagen del sello de D.C. comics, pero me voy a guardar para otra ocasión la visión que tengo bajo el prisma de los tebeos de la situación actual.

Lo veis como da mucho de sí la actualidad; y eso que solo trato algunos temas puntuales, que el mundo está fatal.

1 comentario:

  1. Sobre lo del burka. Bueno, lo primero: Una cosa es el burka y otra muy distinta el hiyab, el pañuelo en la cabeza, que es sobre lo que se está debatiendo fundamentalmente, porque el uso del burka o el niqab es marginal y en estos casos yo también lo prohibiría.
    Sobre el hiyab. Está calro que es un símbolo de la opresión de la mujer y como tal nos repugna, pero también es cierto que muchas mujeres musulmanas (o la mayoría) creen que el llevarlo es una elección libre y lo hacen para diferenciarse de occidente y por moda en muchos casos. Podemos pensar que están manipuladas, y probablemente lo estén. Pero en nuestra sociedad occidental existe la misma manipulación (de la gente que vota lo que le dice su partido o su iglesia, o compra lo que anuncian en la tele).
    Pienso que las mujeres islámicas que viven en España van a vivir un conflicto: Por una parte la presión familiar-cultural y por otra la presión social del mundo al que se han integrado. Es posible que en la priemra generación, la presión familiar sea más fuerte, pero las hijas de esas mujeres o sus nietas o sus bisnietas, tendrán otra imagen de la muejr.
    Para mi lo esencial es que no se señale a esas nñas que creen ser libres en su elección, que se las deje vestir como quieran y que se ponga por encima de todo su derecho a la educación y a no ser señaladas como bichos raros

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