miércoles, 13 de abril de 2011

Volviendo a la carga. Las motos de Jerez y algún apunte cultural

Va a ser este un escrito para desquitarme un poco, tras uno de esos períodos de inactividad que suelo agarrarme.


Por temas de actualidad no será, ya que tanto la situación política, como la crisis que azota el país, el paro, la mortalidad infantil, la venta de armas y el largo etcétera de noticias que ya no son noticia, siguen sucediéndose día tras día.


Desde mis últimos escritos han habido ciertamente acontecimientos destacables:

El mundo árabe anda revolucionado contra sus dirigentes sin que por el momento pueda decantarme hacia unos o hacia otros ya que lo único que veo es que los fabricantes de armas están haciendo de nuevo su agosto en primavera.

Un terremoto seguido de un devastador tsunami arrasó ciudades costeras en Japón que provocaron que conociéramos el nombre de una central nuclear que sigue los pasos de la famosa Chernóbil.

Berlusconi finalmente pasa por los juzgados, hecho que no garantiza que a Il Cavaliere lo puedan meter en chirona debido a sus líos de faldas con chicas menores de edad, aunque en mi opinión esas chicas supieran perfectamente lo que implicaba estar allí, que no por menores son menos listas.


Destacable y orgulloso de la victoria de Carlos Checa en el mundial de superbikes, igual que el inicio del mundial de motogp, que (casi) todos esperábamos con ansia dado el buen sabor de boca que nos dejaron nuestros chicos el año pasado.


En la primera de las carreras en los circuitos españoles, un poco diluida por la lluvia, que tuve que visionar días después, la cosa empezaba bien con el valenciano Nico Terol cruzando la línea de meta en primera posición, igual que hizo en Qatar. Ya en el circuito árabe hubo un par de nombres que me sorprendieron gratamente, el portugués Oliveira y el joven de nombre americano pero nacido en Figueres Maverick Viñales. Espero y deseo que sus espléndidas actuaciones hasta que sufrieron sendos percances sigan dando a este escritor motivos y palabras de elogio hacia ellos.


En moto2 segundo cero de Màrquez, cuyo poderío y destreza sobre una moto todavía no ha podido ver la luz y cegarnos con su esplendor. Victoria de Iannone, que se estrenaba en el circuito andaluz.


Y llegó motogp. Mirar las carreras en diferido tiene un gran inconveniente y es que debes andar con mucho cuidado de no oír el resultado o ver al piloto ganador delante de la bandera de cuadros o salpicando de cava al personal por la tele. Eso fue lo que pasó, que vi a Jorge Lorenzo dando un salto de alegría mientras Pedrosa se lo miraba con su cara de póquer. Tampoco pude evitar ver el 69 de la Ducati de Hayden con lo cual ya conocía la clasificación... la intriga consistía en ver como se habían desarrollado los acontecimientos.

Y los acontecimientos se desarrollaron a toda velocidad, de forma caótica y anárquica, rompiendo los esquemas y las pautas que siguen normalmente las carreras de la categoría reina.


Apagada de semáforo y diecisiete pilotos cortando el viento. Las sorpresas se sucederían en las siguientes vueltas de forma continuada.


Dani Pedrosa desapareció en el saco, Rossi salió de la chistera, Stoner aguantó su pole y Lorenzo permanecía en los primeros puestos.


A las pocas vueltas Simoncelli se ponía en cabeza y Rossi adelantaba a Lorenzo, que mantenía la calma.

Al rato Il Dottore hacía gala de sus dotes de conducción y apuraba hasta el límite la frenada para adelantar a Stoner. Demasiado al límite. El gran Rossi se llevaba por delante al australiano, dejándonos una imagen nada habitual pero esperada, ya que tarde o temprano tenía que suceder, no podía ser que todos los adelantamientos hechos por el italiano tuvieran el mismo resultado a favor del campeón. Y se llevó por delante a su adversario, con quien ya tenían una cierta enemistad. Una embestida memorable que pasará a la historia.

Reacción de lógico enfado por parte de Stoner, en parte por la caída y en mayor parte por la actuación de los comisarios que se centraron demasiado en ayudar al ídolo de masas dejando al otro perjudicado, que no tenía culpa de nada, abandonado a su suerte. Stoner no pudo seguir y dejó bien claro su sentimiento hacia ellos, con un buen corte de mangas.


Las motos seguían rugiendo, el espectáculo continuaba.


De repente los comentaristas se daban cuenta del avance de Dani y el realizador nos mostraba como el de Honda luchaba con Ben Spies por la cuarta posición. La imagen de Pedrosa, desde la Yamaha del americano, cuando salen de la curva es de esas que se me van a quedar gravadas en la memoria; se ve como se agacha, escondiéndose en la cúpula con un gesto brusco, demostrando una fortaleza que me impactó. Recomiendo encarecidamente visionar esos quince/veinte segundos, desde el minuto veinte con cinco hasta que los comentaristas dejan de gritar y hacer aspavientos.


Lorenzo, que ya fue testigo de excepción en la caída de los dos campeones, también pudo ver como se le despejaba el camino hacia la victoria con la escupida que le hizo la Honda a Simoncelli.


Pedrosa remataba la faena adelantando a su antiguo compañero de equipo Nicky Hayden y colocándose en segunda posición, que aguantaría hasta el final.


Quinto puesto de un arrepentido (aunque no sé hasta qué punto) Rossi, sexto de un Barberà espléndido y noveno puesto del primer campeón del mundo de moto2 Toni Elías, quedando por delante, pese a su inadaptación, de dos pilotos “oficiales” como John Hopkins y Andrea Dovizioso y también de Capirossi.


Antes del podio y después de ver como Jorge Lorenzo se caía al lago las cámaras persiguieron a Rossi dirigiéndose al box de Stoner para pedirle perdón. Stoner se interesó, irónicamente, primero por su hombro y luego le asestó un comentario del todo acertado que traducido vendría a decir así: “tu ambición ha superado a tu talento”, pienso que totalmente merecido.


Declaración más extensa de lo habitual de Dani Pedrosa, que cruzó meta levantando rueda, una muestra de efusividad a la que no nos tiene muy acostumbrados.


Si no se pudieron escuchar en directo las palabras entre Rossi y Stoner porque Ernest Riveras y Àlex Crivillé no callaron, tampoco se pudo escuchar lo que les decía Su Majestad a los pilotos en la salita previa a la entrega de premios. También me quiero quejar de la omisión casi total de la carrera de Toni Elías tanto en la retransmisión como en el programa realizado a posteriori para analizar la jornada.


Unas carreras vibrantes, típicas en su caos por el agua, atípicas por el resultado en beneficio de los nuestros.


Cambiando de tema y antes de marchar, dos cosas.


La primera mencionar la entrevista que le hicieron a Pau Freixas, director de la serie “Polseres Vermelles” que se emite por TV3. En el programa “El món a Rac1” se le preguntaba por el éxito entre los jóvenes, destacando que son muchos los que la miran y que están recibiendo los valores que transmiten. Una forma de impregnar a los pequeños y adolescentes del significado de palabras como amistad, amor, superación o muerte.

La serie, que cuenta el día a día de un grupo de chavales internados en un hospital, tiene un alto valor emocional, igual que la película Héroes que vi hace poco y que también dirige junto con Albert Espinosa.

Voy a tener que seguir los capítulos que faltan para dar un veredicto final, pero de momento tiene mi voto favorable.


Y por último, la guinda. Una noticia que llevaba esperando largo tiempo y que me pensaba que no podría dar: Jean M. Auel va a sacar por fin a la luz la sexta y ultima entrega de sus Hijos de la Tierra.

Parece que va a ser a partir del 23 de abril que podremos seguir las aventuras de Ayla y Jondalar, deleitándonos y acompañando a esta prehistórica heroína en sus andanzas, cazerías y revolcones por las praderas. Según la autora, la dosis de sexo, tan explicito en los anteriores volúmenes, se va a ver reducido, habrá visitas inesperadas que harán pensar a nuestra protagonista en su pasado. El relato de sus vivencias, que a mi me trasladaban a su época, era muy esperado y ansío el día en que caiga en mis manos el tocho para revivir el tiempo de los mamuts.


Hasta pronto