jueves, 27 de enero de 2011

¡Qué bien se está de vacaciones!

Ya tenía ganas de exponer mis pensamientos y plasmarlos aquí, aunque esto de estar de vacaciones es lo que tiene.


Sea como fuere, el caso es que el mundo ha seguido girando, las armas se han seguido vendiendo, el Sol ha salido cada día, varios miles de personas se han muerto de hambre, a algunos afortunados les tocó la lotería y las catástrofes se han sucedido sucesivamente.


Quise escribir sobre el tema de Wikileaks y sobre los villancicos. Me dejó fascinado la frase “pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido”, frase incongruente donde las haya porque, a parte de la carpa Juanita que lo hacía con porrón, no creo que nadie haya visto a un pez bebiendo. Pero es que además ¡los peces beben para ver a Dios! Bueno, yo bajo los efectos de los psicotrópicos he llegado a ver muchas cosas. Claro que muchas letras de muy buenas canciones se han escrito con el uso de esos alucinógenos...

Y Wikileaks, ese escándalo que parecía que iba a remover las conciencias de todos y que podía ser un revulsivo para que se intentara poner freno al montón de atrocidades que se cometen en todo el mundo en nombre de la libertad. ¿Qué pasó? Pues que va a pasar, que el mundo siguió girando, las armas se siguieron vendiendo, el Sol salió cada día, varios miles de personas se murieron de hambre, a algunos afortunados les tocó la quiniela y las catástrofes se sucedieron sucesivamente.


También pasó lo de la vaga de controladores aéreos, que volvió a dejar en tierra las ilusiones de mucha gente. Es lo que tiene tener la sartén por el mango.

Es lo que sucede con la huelga de los conductores de la Renfe en Catalunya, que tienen la sartén por el mango.


A falta de conocer su punto de vista, la realidad es que hay sectores laborales en este y en todos o casi todos los países, que tienen el poder de colapsar el funcionamiento de los mismos. Y a mi me parece bien que una persona trabajadora se manifieste reclamando mejores condiciones y mejor sueldo, al fin y al cabo es lo que quiere todo trabajador asalariado e incluso todo autónomo que lucha por su negocio. Lo que ya no me parece tan bien es que porque unos hagan huelga, otros que no tienen culpa alguna sufran esa huelga.

Y eso pasa por falta de coraje (iba a poner por falta de huevos, pero no quedaba bien, por el tema de la igualdad y todo eso).

Lanzo mi propuesta para que la siguiente huelga sea realmente efectiva y se consigan las anheladas pretensiones que se pretendan. En vez de colapsar las vías de tren o el espacio aéreo, impidiendo que el populacho inocente se pueda desplazar, la idea es impedir la movilidad de los directivos de esa empresa.

Se instala un aparato que distorsione e impida la comunicación por teléfono móvil cerca de la vivienda de la o las personas que dirigen dicha empresa mientras se hace un cordón humano alrededor de la casa. Y de ahí no sale hasta que se solucione la cuestión. Hay el tema de los vecinos, que habría que tenerlos en cuenta, pero los afectados serían pocos, en comparación con lo que pasa ahora, por no hablar de lo que pasaría cuando se encontraran en el ascensor, o sacando la basura.

A mi no me importaría entonces que un conductor de tren, que reclama asientos más cómodos para hacer su trabajo cuando sus compañeros en otras comunidades tienen los mismos reposaculos con un sueldo inferior, que tiene una jornada laboral insignificante y que se queja de forma cruel haciendo pagar a gente inocente, a una ciudadanía que sí que está realmente explotada, no me importaría escuchar sus reivindicaciones. Hasta puede que les apoyara y escribiera en su favor.


Pero no. Coincido con la mayoría en que no es justo que unos cuantos puedan jugar de esa forma con la vida de otros y más cuando el motivo expuesto son unos asientos o unas plazas de aparcamiento cubiertas.


Si a todo esto le sumamos los habituales retrasos, la dejadez en la información, los constantes fallos en las malditas catenarias, en definitiva, la falta de un buen servicio, el sentimiento hacia Renfe no puede ser otro que el de la amargura, el camino por el que nos llevan...pagando el billete, claro está.


En fin, voy a seguir con mi relajo, que el mundo seguirá girando, las armas se seguirán vendiendo, el Sol...