martes, 13 de julio de 2010

España está contenta, ya tienen su Mundial

Lo prometido es deuda y por eso hoy escribo sobre el mundial, temiendo sentar precedente y es que no me considero muy futbolero yo. Últimamente me he aficionado a ver los partidos del Barça, aunque si me pierdo alguno puedo asegurar que no me quita el sueño, ni siquiera el clásico enfrentamiento entre culés y merengues impide que duerma plácidamente. Me gustaría que esto quedara claro, a mí el fútbol no me pierde, parafraseando a la niña esa, la María Isabel, antes motos que la liga. Escribiendo de motos, me resolvieron una pequeña angustia que tenía yo con la manía de llamar a los pilotos españoles, los nuestros, olvidando todo sentimiento patrio catalán y queriendo la victoria para ellos casi por igual.
Los pilotos no luchan por un país, luchan por ellos mismos. Es un deporte más individualista, al contrario que el fútbol, deporte de equipo.

Quiero empezar a escribir por el lugar donde se ha celebrado este Mundial, el país anfitrión, Sudáfrica. Un país que hasta hace poco todavía impedía a la mayoría de sus habitantes gozar de los derechos humanos que tienen todas las personas, discriminándolas por el color de su piel. Un país con una extrema pobreza que ha gastado una cifra ingente en la construcción de estadios en unos barrios donde la pobreza era bien visible. Iluso de mí quería creer que la celebración de este evento repercutiría positivamente en la castigada sociedad sudafricana pero la realidad es que el dinero se lo van a quedar los de siempre, siendo China el país que más ha salido ganando con la obtención de los permisos para la construcción de los majestuosos estadios a cambio de los recursos naturales. Además, los derechos laborales de los trabajadores, escasos de por sí, se han visto machacados a mansalva sin que ello haya sido demasiada noticia.

Uno de los motivos por los que quería escribir es el del sentimiento de pertinencia a una selección, que no tiene porqué ser la misma que la del sentimiento de agrado. Quede bien clara una cosa, yo no siento la roja. Es mas, si hubieran perdido, solo lo hubiera sentido por los jugadores. Hubiera preferido que este Mundial fuera como los otros, a la primera de cambio, eliminación y a casa. Pero no. Tuvieron que poner todo su empeño y tuvieron a bien de desplegar su juego e ir eliminando selecciones una tras otra, pese al susto del primer día.

En su paseo triunfal hacia la victoria, hubo un día que para mí fue más duro que el resto. El día que el Tribunal Constitucional resolvía dictar sentencia y cargarse varios artículos de un invento que les mandamos llamado Estatut.
La victoria de España contra Portugal provocó que sus seguidores se lanzaran a la calle a gritar vivas a España a pleno pulmón mientras del balcón de casa colgaba una senyera como muestra de protesta contra la decisión del TC. Flaco favor nos han hecho estos jueces.

Otro de los motivos que quería destacar es la propia composición de la plantilla, donde la mayoría de jugadores son del F.C. Barcelona, acostumbrados a jugar en equipo y de una forma determinada. Su origen es catalán, el aprendizaje está hecho en la cantera de un equipo catalán y la pertenencia a dicho equipo hacían de esta selección española una selección más bien catalana, con algún jugador que otro de otras regiones. Todos los goles realizados han sido obra de jugadores del Barça. Eso sí, por lo visto, perfectamente integrados, cohesionados, unidos. Y es esa integración, esa cohesión y esa unión la que no es posible entre Catalunya y España.

Un motivo más que me impulsa a escribir sobre este Mundial son los comentarios de la gente y aquí englobo comentaristas, analistas, periodistas, políticos y pueblo llano en general. Dependiendo del canal se podía leer y escuchar de todo. Desde que la selección era en realidad el F.C.B. camuflado hasta que todos los jugadores eran españoles y sentían los colores hasta la médula, pasando por aquellas afirmaciones que se mofaban de las aspiraciones de un pueblo a tener una selección propia, argumentando que el Barça y el Espanyol (gracias Mister T.C.) jugarían contra equipos de la talla del Reus, el Girona o el Nàstic de Tarragona. Llegados a este punto mi reflexión es la siguiente: es bien sabido que clubs como los mencionados antes no gozan de un presupuesto muy amplio, pero con la reducción del espolio realizado por España a nuestro país se podría, en parte, subvencionar este deporte (quede claro que mi intención no es que el dinero vaya a subvencionar única y exclusivamente el deporte rey) y conseguir que tengan más posibilidades de fichar a uno o dos jugadores de calidad, aumentando progresivamente el nivel de una hipotética liga catalana. Si a eso se le suma la creación de unos buenos nidos donde los más chicos crezcan haciendo buen fútbol, la cosa no es imposible, creo yo, solo hay que desearlo y conseguirlo.
Otra opción seria montar la liga ibérica y que jugaran los equipos de Portugal, Catalunya, España y si se quiere y desea Andorra. Total, ya puestos.

Y se llegó a la final. La larga final. La vi, que no la viví.
Vi a una Holanda hacer el guarro durante buena parte del partido, impidiendo que España practicara su juego sin que el arbitro interviniera para poner fin a esas acciones. Siendo así, Holanda seguía jugando sucio y España aguantaba como podía. Iker hizo unas paradas muy buenas y de no ser por él, la roja no tendría su primer mundial. Aún jugando a golpear a los españoles, los holandeses no perdían oportunidad de agobiar al arbitro hasta que éste le sacó amarilla a Robben y el delantero se calmó. Si no recuerdo mal se llegó así a agotar los noventa minutos reglamentarios, teniendo que esperar media hora más.
Me hizo gracia ver como en ese descanso, a los jugadores holandeses se les masajeaba las piernas, símbolo de cansancio y agotamiento, mientras los de España parecían frescos como una rosa, o al menos eso querían aparentar.
Se volvió a retomar el partido y la cosa seguía un poco igual a los últimos cuarenta y cinco minutos que se habían jugado, hasta que se expulsó a un tal Heitinga y poco después la jugada del gol para España, un golazo del moreno de Iniesta.
Gol, alegría, control de la situación en esos últimos minutos llenos de nervios y los tres pitidos que indicaban el final del partido. Y el desate de la euforia, con Casillas llorando a moco tendido.

La imagen que más me gustó, con diferencia, fue ver a Puyol y a Xavi sacar una senyera y pasearla por el estadio, aunque la de Letizia toda emocionada (nada que ver con el soso de su marido y la insípida de su suegra) y la del famoso beso entre el capitán y la Carbonero no tienen desperdicio.

No quiero pasar por alto algunas situaciones que me han parecido dignas de mención, a saber: el del reparto de preservativos que se hizo como medida preventiva, la adaptación del himno por parte de la querida y odiada a partes iguales Shakira, que Manolo el del bombo tuvo que regresar y ahora Burger King te vende su bufanda por un euro, la imagen de un cefalópodo que se va a hacer famoso por adivinar todos los resultados de los partidos y el atronador sonido de las vuvuzelas y la cutrez de la ceremonia de clausura.

Yo tenía un plan y era que el lunes, con los funcionarios en Madrid de resaca, presentar la Declaració d'Independència de Catalunya, que firmarían sin prestar mucha atención, que cuando estás feliz te da todo igual, pero me pillaba lejos. Espero que dentro de cuatro años sea Catalunya quien juegue en el Mundial, a ver si entonces vivo más el fútbol. Miedo me dan estos en Brasil.

4 comentarios:

  1. Siempre me pregunto cuál es la razón ortográfica que impele a escribir " Catalunya " en vez de " Cataluña ", curiosamente " España " aparece correctamente escrita . En cambio veo " Español " en referencia al equipo que oficialmente tiene el nombre privado registrado como " Reial Club Esportiu Espanyol ". Me suele dar la sensación de que todo aspirante a " catalán de pro " debe hacer uso del nombre de su país como si de una marca registrada se tratara y, por tanto, enajenarlo del idioma del texto. Esto se da más si el texto está escrito en español (también llamado castellano ) pues curiosamente esta fórmula se suele esquivar en proclamas del tipo "Freedom for Catalonia", dado que la marca " Catalunya " pierde poder diferenciador fuera del dominio de la eñe. ¿Me equivoco, hay alguna razón diferente y más verdadera?

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  2. En primer lugar, gracias por leerme y escribir tus comentarios y pido perdón por la tardanza.
    Escribo Catalunya con ny porque soy catalán y España con ñ por respeto a los españoles. Me gusta que los demás la llamen así, con ny, igual que me gusta oir o leer Girona o Lleida y no sus traducciones al castellano. Pido perdón por lo del Reial Club Esportiu Espanyol y, aunque ya dejé claro que a mi el fútbol no me apasiona, eso no es excusa para escribir mal su nombre. Te agradezco el comentario. Por último, la frase Fredoom for Catalonia, es una proclama enteramente en inglés, cosa que no alabo, pero que permite al resto del mundo conocer las aspiraciones de un pueblo. Y no creo, en absoluto, que Catalunya pierda poder diferenciador por una eñe o ene i griega.

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  3. Lamento volver de nuevo a insistir, lo lamento pero mi curiosidad me impide contentarme con tu respuesta, pues no la entiendo. Y te voy a explicar por qué.

    Bueno, casualmente yo también soy catalán, pero en el colegio aprendí a escribir en catalán y castellano (pese a que muchos peperos no me crean, pero ese es otro tema). La norma más natural de uso de cualquier idioma señala que, de no mediar intencionalidad,si hay palabra en el idioma es ésta la que se debe usar.

    Tengo muchos amigos extranjeros que viven en España. Mis amigos franceses no dicen "ayer volví de France", mis amigos suecos nunca me han dicho algo como "en Stockholm la vivienda es cara, pero menos que aquí". Igualmente suena un tanto ridículo oir decir "New York y London son lo más" (ahí podemos detectar la intención snob).

    Bien, sabiendo ya todo lo anterior ¿no estoy en lo cierto cuando digo que usar "Catalunya" en castellano responde a la intención de identificar a un país (Cataluña) con una marca política?

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  4. La intención al escribir Catalunya como se escribe en catalán responde a un sentimiento, más que a una marca política. Que la política haga suyo ese sentimiento, con más o menos acierto, es algo que ya no puedo cambiar.
    Voy a seguir escribiendo Catalunya y España de esta forma porque me gusta y porque quiero que se identifique Catalunya en su idioma.
    Ah, y no te preocupes por entender mis respuestas...¡a veces a mí también me cuesta!

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