sábado, 10 de julio de 2010

Este sábado, manifestación

Tras la agitada semana anterior, la que estamos a punto de terminar no es que haya sido parca en noticias, más bien al contrario. Ha sido para mí una semana lo suficientemente intensa como para escribir un poquito cada día. Pero como ya he escrito algunas veces, a mi esto no me llena el bolsillo, aunque me llene el alma, por lo que no me siento obligado a escribir una columna diaria cual escritor reconocido de artículos de opinión.
Esta semana han ocurrido muchas cosas y me he enterado de algunas de ellas. Estoy recordando un par que tienen su importancia. Se ha suspendido la lapidación de una mujer en Irán por, supuestamente, cometer adulterio. Sakineh Mohammadi Ashtiani, que ya había recibido 99 latigazos por ese “delito” llevaba en prisión desde hace cinco años y ya ha estado a punto de morir bajo los golpes de piedras, que deben ser lo suficientemente pequeñas como para que al impactar contra su cuerpo no muera en el acto y lo suficientemente grandes como para inflingir un daño que lleve a la muerte. ¡El sistema judicial en los países islámicos es tan distinto al nuestro! A un ladrón se le amputa una mano, a un mentiroso se le corta la lengua. Es un sistema un poco atroz, ¿no? Efectivo no lo sé, pero es bestia de cojones. Si la susodicha cometió adulterio no es cosa mía, aunque por lo que he podido leer tuvo relaciones con el presunto asesino de su marido, lo cual complica un poco la posible defensa “moral” que yo podría hacer de ella. Pero una cosa no quita la otra y permitir que una mujer muera a pedradas es algo que sí es inmoral, por mucho código islámico que se defienda. En mi fuero interno lo considero un símbolo de barbarie que no debería permitirse.

Otra de las noticias de las que he tenido conocimiento y que quiero resaltar es la de la flotilla que pretendió romper el bloqueo en Gaza. Si os acordáis, tras el ataque, en mi opinión desmesurado, contra una flota que pretendía hacer llegar ayuda humanitaria al pueblo palestino (quiero creer que sólo llevaban eso, comida, medicamentos y no armas, la cuales aboliría) que se saldó con la muerte de nueve activistas, la intercepción del material, la “detención” de 750 personas y otro escándalo internacional más a añadir a la larga lista que los israelíes tienen. Días mas tarde del ataque se hizo saber que se abriría una comisión que investigara los hechos y la gran mayoría pensamos que sería más de lo mismo, acostumbrados a que la comunidad internacional hiciera la vista gorda como hace siempre, con el beneplácito de Estados Unidos y sus otros cómplices. Pues resulta que no; la comisión se está poniendo farruca en su intención de llegar al fondo de la cuestión y poniendo contra las cuerdas al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El presidente de la comisión se llama Jacob Turkel y es juez retirado del Tribunal Supremo del país judío. Turkel tuvo a bien de exigir una serie de condiciones para conseguir que su investigación no fuera una simple rutina y propuso a los observadores internacionales que se mojaran y fueran parte de las indagaciones. No contento con eso “hizo llegar su ultimátum al Gobierno: Turkel exigió poderes para convocar, y hacer comparecer por la fuerza, a los testigos que considerara oportunos; para reclamar documentos internos del Ejército y la Administración civil; para contratar expertos en calidad de asesores; y para advertir a los testigos de que, como en un juicio, cualquier cosa que declararan podría ser utilizada en su contra. Esta última condición era necesaria para denunciar por perjurio a los testigos que mintieran y para recomendar posibles sanciones profesionales a militares o funcionarios civiles” información extraída de El País en fecha 30/6/2010. Como veréis el tipo no se anda con chiquitas.

Dos noticias que hacían referencia a mi pasión motociclista se merecen unas palabras por mi parte. Hacer mención de la recuperción acelerado de Valentino Rossi que tras un mes y medio escaso de su rotura de tibia y peroné podría subirse el fin de semana que viene en Sachsenring en su Yamaha y que Casey Stoner ficha por Honda para la temporada que viene. La marca japonesa tiene la intención de tener tres pilotos oficiales, con lo que van a tener a tres gallitos en un gallinero que no tiene unas gallinas que den los huevos suficientes ni suficientemente grandes.

El marro de las informaciones de esta semana ha sido para mí la manifestación de hoy sábado en Barcelona y así es como yo he visto las cosas.
El Tribunal Constitucional, a resultas de las denuncias puestas por el PP y el defensor del pueblo, debatió durante cuatro largos años la constitucionalidad o no de dicho Estatut, para sacar a la luz ayer que catorce de sus artículos no son constitucionales y veintisiete se tienen que reinterpretar. Esto tiene para mí distintas interprteaciones. La primera es que el TC ha hecho su trabajo tan bien como ha podido, teniendo en cuenta la composición del mismo, con lo que ha hecho su trabajo mal y a conciencia. Encuentro lógico que si cualquier documento incumple lo que recoge la Constitucion este documento deba modificarse, pero me molesta que se haya hecho. Seamos claros, este Estatut no eran unos simples artículos, era el vehículo que debía permitir a Catalunya conseguir su independéncia futura, camuflado bajo forma legal. ¿Qué hubiera pasado si Partido Popular o Enrique Múgica no hubieran presentado recurso de inconstitucionalidad a unos papeles que habían pasado ya todos los filtros necesarios? Nunca lo sabremos.
Montilla es un socialista impuesto desde Madrid por sus capacidades y cualidades, tanto bucales como anales, que desplazó a Maragall con sus manipulaciones, un socialista que no tiene ningún animo de que el país que preside se independice, antes prefiere cualquier otro sistema que permita seguir sacando zumo a esta naranja y repartirlo a toda España, contentando a Madrid. Montilla ha forzado a los organizadores de la manifestación ha reunirse casi a diario para conformar la delantera a su gusto, partiendo el eslogan, moviéndose de atrás hacia delante para situarse en el mejor sitio y que las cámaras lo enfoquen y le saquen su mejor perfil. Con sus tonterías ha conseguido dar la impresión que damos siempre los catalanes, la de llegar a estar de acuerdo en algo pero discutir tanto los matices hasta llegar al desacuerdo. Tengo la esperanza de que un grupo lo suficientemente grande se ponga de improviso delante de todos los políticos y les prive de ser el blanco de los objetivos.

Ahora solo parece quedar un camino y es el que se va a hacer este otoño, si no antes, cuando se vote de nuevo. Dependiendo de quién ocupe el sillón se va a romper definitivamente con España, por mucho que la Constitución promueva la indisoluble unidad de un país que no nos quiere por lo que somos ni por como somos sino por lo que nos puede sacar.
Yo no iré a la manifestación. Y me gustaría estar entre toda la gente que se prevé que acuda a la cita, a las seis en Passeig de Gràcia/Diagonal pero no va a poder ser. Aún así, me queda la pequeña satisfacción de saber que estaré con una gente que mantiene una lucha a través de las letras de sus canciones; estaré en el concierto que Eina darán esta noche en Andorra, en la celebración del festival Testarrock.

Lo voy a dejar así, que tengo un poco de prisa. La semana que viene mas y mejor.

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