miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ni sexo ni yogur

Pánico bursátil por miedo a otra debacle financiera. La quiebra griega podría llevarse por delante a bancos de todo el mundo. Así titulan la noticia en el diario Público.es. http://www.publico.es/dinero/404599/panico-bursatil-por-miedo-a-otra-debacle-financiera

Puede ser un anuncio catastrofista y no me extrañaría, pero de un tiempo a esta parte es inevitable hacerse eco de la situación griega y de ahí un servidor llega a la conclusión de que quizás haya llegado el momento. El momento de que el sistema se derrumbe y se desplome definitivamente. Que la inmensa mayoría de bancos quiebren y se vaya todo a hacer puñetas. Ojalá, pero el sistema parece que se reinventa para salir vivo, aunque agonizante, de cada estocada que se da él mismo, cual samurai haciéndose el harakiri. A diferencia de que él no tiene honor. Bien al contrario, ni honor ni vergüenza, tal y como lo demuestra la incorporación a las filas directivas del BCE y de la ramificación europea del FMI en su puesto más elevado de personajes que en su día ocuparon altos cargos en Goldman Sachs, que por aquel entonces se dedicaba a ocultar la deuda griega a ojos de todos.


La ilustrativa imagen que corre desde hace un tiempo de unos niños africanos desnutridos escribiendo en la arena “Por favor, salvad los bancos” es tan solo una pequeña aunque significativa muestra de la falacia absurda en la que estamos sumergidos.


Es probable que si los economistas que aparecen en los medios leen este escrito me tachen de cretino. Pero como no lo leen. A esos economistas debería caerles la cara de vergüenza. Pero como no tienen.

No sé si habrá más gente que piense como yo, que sea igual de cretina. Porque bien mirado, si se hunden los bancos los que más vamos a sufrir somos esa gran masa de populacho que vivimos en una supuesta sociedad del bienestar. Los más ricos van a seguir viviendo bien durante un tiempo y los más pobres quizá tengan una mínima oportunidad de salir adelante sin las restricciones que organismos como la OCDE y el FMI les imponen.


Lo que viene sucediendo en Grecia da para mucho. Bien es cierto que los helenos llevan tiempo remoloneando de mala manera incumpliendo las clausulas del contrato que hicieron en su día pero, en mi opinión, lo realmente trascendente de lo que está sucediendo es que los mercados finalmente se han quitado la máscara y están demostrando que no tienen interés alguno en la democracia. Como tampoco la tienen Merkel y Sarkozy, que han corrido a prevenir a Grecia y advertirle de que dé marcha atrás en su intento de permitir que sea la soberanía popular la que decida sobre su futuro.


Grecia, la cuna que tantos recién nacidos ha mecido, puede seguir siendo ese lecho para una nueva manera de entender el futuro o transformarse, directamente, en un ataúd con lápida incluida cuya inscripción rece: Aquí yace el último intento de transformar el mundo.

2 comentarios:

  1. Estoy contigo...que revienten los bancos, no creo que el sistema sobreviva porque se reinvente, sobrevive a costa de la mayoría de personas que malvivimos...me gusta lo que dices pero me gusta mas cómo lo dices...Gracias.
    Corina

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  2. Gracias a ti por leerme y por tus palabras. Un placer.

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