viernes, 10 de febrero de 2012

Garzón: ¿a favor o en contra?

¿Qué se pensaba este, que se iba a ir de rositas? ¡Pues no! La decisión del Supremo ha conseguido dividir a España entre los que se alegran de la condena y los que condenan su inhabilitación.


Ayer las redes sociales estaban llenas de repulsas al fallo de los jueces mientras que elementos de la talla de Losantos & cía. se frotaban las manos con la sonrisa de oreja a oreja por poder humillar desde sus respectivos altares a quien adoraron en su momento pero ahora odiaban sin pudor.

A mi me pairea sobremanera.

Creo que la sentencia es justa ya que "el mediático" se creyó que la Justicia era suya y que podía hacer y deshacer a su antojo. Como juez debía saber sobradamente que esas escuchas eran ilegales y que no podía ni debía hacerlas. Punto. Pero no, él se creía con el poder y la autoridad suficientes como para hacer caso omiso a lo que precisamente era su trabajo, aplicar la Ley. Pues toma del frasco, Carrasco.


Atrás quedan sus apariciones estelares, ya fuera contra el narcotráfico, contra los independentistas vascos y catalanes, contra los del caso Pretoria...Contra todo aquél con quien Garzón tuviera ganas de entrometer sus mediáticas y televisivas narices. Pues mira, ya le está bien.


Otra cosa es que haya quedado patente que la Justicia en este país se mude y vista de un color y con unas telas que huelen más a rancio que a otra cosa. No se puede entender que el primer culpable de una trama como la Gürtel sea el mismo juez que la juzga. Que justo ahora que se iban a investigar los crímenes del franquismo, se inhabilite a quien iba a hurgar, pasados casi cuarenta años, las acciones de lo que sí que fue un dictador en un régimen totalitario.

A ver si alguien que quiera seguir sus pasos aprende la lección de que hay gente y hay temas que más vale dejar en paz, porque de lo contrario se puede salir escaldado.


Eso sí, con los hechos sucedidos ha quedado demostrado que no se juzga a todos igual, incluso el CGPJ defiende que no todos los imputados son iguales, en referencia al duque de Palma, al mismo tiempo que se escandaliza y considera inadmisibles las críticas al Tribunal Supremo por lo de Garzón.

Mientras tanto, elementos de tamaña repugnancia como Milletes, Urdangarines y demás, “campan” (por lo de Camps, por si alguien no lo pilla) a sus anchas y se descojonan volviendo a sus mansiones viendo la cara de idiota que se le queda al recortado populacho.


En mi opinión, se ha hecho bien en condenar a Garzón por su mala praxis, pero se está haciendo un mal irreparable dejando en libertad a quien tanto daño está haciendo a la sociedad, entre los que incluyo a banqueros idiotas y políticos reformistas. Esos sí que deberían pudrirse en la cárcel.

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