miércoles, 20 de febrero de 2013

La espía que me grabó

A veces no sé si soy el único que se da cuenta de ciertas cosas o el resto ya lo ve tan obvio que ya no le da la más mínima importancia. En todo caso, el artículo de hoy tratará sobre ciertos aspectos del gran escándalo de las escuchas que se ha destapado hace poco y sobre los que no veo que se haga especial hincapié.

En primer lugar, si no hubiera mierda el ventilador no la esparciría. De momento no se sabe quién hay realmente detrás de todo este montaje y es probable que el pueblo llano nunca sepa la verdad, mareado por conjeturas, suposiciones y teorías a la cual más paranoica, todas válidas y todas con un cierto punto de razón, sino realidad.
La casta política sí lo sabrá, pues ellos conocen las reglas del juego. Un juego macabra, sin árbitro que intervenga para dar un tanto a favor, poner una falta o mostrar tarjeta roja. Yo me apunto a la hipótesis de que la casta se espiaba mutuamente para conocer los trapos sucios del contrario y así poder extorsionarse a placer, aparte de poder justificar así el gasto ingente de dinero que podía venir derivado de fundaciones, subvenciones, estafas en general...
Lo que sí se sabe, o eso se quiere hacer ver, es que una empresa privada se dedicó a investigar a un montón de gente, por orden de no se sabe quién y no se sabe con qué motivo.

De segundas, ya que se ha abierto la caja de Pandora, veamos todo su contenido. Que se sepa todo y que se sepa ahora. En mi opinión, más vale tener todas las malas noticias de golpe que no despertarnos cada mañana con el mesías radiofónico que cada cual escuche contando novedades sobre éste o aquel otro porque entonces va a suceder que nos vamos a ir olvidando progresivamente de los primeros y así sucesivamente hasta que otro acontecimiento relegue este tema a algo irrelevante. No tenemos miedo y ya hace tiempo que estamos escarmentados, no nos asusta ni nos sorprende nada, así que no sufráis por nosotros y decidnos lo que pasa, lo vamos a encajar estoicamente, como siempre, sin rechistar.

Para postre, una idea que me ronda y que quiero compartir: si los medios de comunicamanipulación publican ciertas informaciones, obtenidas de manera ilícita, a mi ya me da por pensar que es una estrategia para que, una vez llegado el juicio, éste se anule porque las pruebas que el juez tiene en su poder se han conseguido de forma fraudulenta.
Y así veamos, humillados, como la Justicia no es igual para todos.

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