Yo quería esperar a tener un poco más de información, escuchar y leer las noticias, así como las opiniones del personal que un servidor tiene, a veces el placer, a veces la tortura, de escuchar y leer. Hasta que el Tribunal Constitucional no publique la sentencia, cosa que no creo que haga hasta que la mayoría esté de vacaciones, el polémico asunto del Estatut será tabú.
Y quería esperar para poder definir mis palabras, para poder argumentarlas sólidamente si hacía falta. Pero viendo el panorama...¿pá qué?
Ayer escuchaba a Carlos Alsina y varios trozos de las declaraciones de Montilla, que acataba la sentencia pero no la compartía, De la Vega y Soraya, proclamando la primera que el PP había sido derrotado, a lo que seguían las palabras de la portavoz del PP asegurando que el Partido Popular había demostrado la ilegalidad del Estatut y que estaban satisfechos con la sentencia ¿¿¿Perdón??? ¿Alguien me lo puede aclarar? Me fui a la cama ansioso por esta duda, aunque no sorprendido y habiendo escuchado unas opiniones cercanas al mantenimiento de la situación actual, o sea, España una, aunque no fueron tan incendiarias como las que soltaba Cesar Vidal a esas horas de la noche.
Esta mañana al levantarme quería escuchar a Jordi Basté y su equipo hablar del tema y no me han defraudado. Rac1, emisora con una voz claramente catalanista, daba paso a sus contertulios y voces como la de Xavier Sala Martín expresaban que si una mujer se siente maltratada por su marido, lo que debe hacer esta es abandonarlo (opinión que comparto, el problema es que el marido no deja que la mujer lo abandone)
Escribiendo esto intento escuchar las gilipolleces de Losantos y su tropa, que tampoco defraudan, anunciando por trillonésima vez la desmembración de España a manos de los malvados, pérfidos y ladrones sin escrúpulos que somos los catalanes, consiguiendo que un gran número de españoles a los que tildo de poco inteligentes, sigan a pies juntillas sus necias y corrosivas palabras, comprobándolo en los mensajes de sms que envían al programa y que son una clara muestra del extremismo que provocan sus intervenciones.
El president de la Generalitat José Montilla, en una declaración institucional afirmaba que Catalunya sabe lo que quiere, cosa que dudo.
En poco menos de 24 horas de informaciones, contrainformaciones, opiniones a favor o en contra, yo personalmente la cosa la veo así:
De entrada ninguno tiene ni puta idea de como interpretar esta sentencia, pues parece que los artículos más destacados se pueden interpretar de muchas formas, con lo que hasta que no se haga pública en su totalidad no se va a poder discutir con pleno conocimiento de causa.
Segundo, a Catalunya le han vuelto a complicar las cosas para impedir que finalmente pueda ejercer el derecho que todo pueblo tiene a independizarse, lo cual ya se veía venir. El T.C. haciendo prevaler la indisolubilidad de España, subrayando esta palabra que me recuerda al Nescafé, se ha encargado de recortar varios de los artículos que podían llevar a encauzar los sentimientos de una parte de la población catalana. Y quiero puntualizar en esto de una parte de la población catalana ya que en Catalunya el sentimiento independentista puede estar muy arraigado, pero la realidad es que si se celebraran unas votaciones a favor o en contra de la separación me temo que ganaría el sector que prefiere estar integrado en España.
Y termino constatando que nadie ha quedado satisfecho, tras cuatro años de marear la perdiz. Los catalanistas sienten que les han tomado el pelo, ciertamente veo mucho calvo. Los que defienden a ultranza la unidad española vuelven a ver a los catalanes como unos aprovechados cuyo único objetivo es la destrucción del país y de todas sus tradiciones.
Mi esperanza es que a nadie se le vaya la olla y la sangre no llegue al río. La violencia no entra ni como última opción. Que la gente piense lo que quiera; la vida es muy valiosa como para perderla por unos ideales que, al fin y al cabo, tampoco nos permitirían vivir mucho mejor, al estar incluidos en una U.E. que actúa y actuará con mucha más fuerza para privatizar los servicios, oprimir a la clase trabajadora y abolir el estado del bienestar.
En mi opinión el Estatut aprobado ha sido tan sumamente recortado y manipulado por parte de tantos que no creo que sirva de mucho. Es precisamente lo que la mayoría de españoles creo que quiere, que los catalanes sigan buscando formas para reclamar su independencia aún a sabiendas que esta nunca va a ser posible en el marco legal actual. Y como ningún político está dispuesto a cambiarlo, los gritos van a quedar ahogados. Ojalá me equivoque. Pienso, en mi ignorancia, que todavía quedaría un paso y sería elevar un recurso al Tribunal Internacional.
Me gustaría que los españoles se dieran cuenta de su maldad al estar reteniendo a parte de un pueblo en contra de su voluntad, aunque lo mas probable es que ya se den cuenta y disfruten demasiado con ello como para privarles de tan maquiavélico juego.
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